Todo parte de la educación.

Los bogotanos aprenden estos malos actos desde la infancia y según la educacion que reciban desde pequeños. Valores como la tolerancia y el respeto se aprenden en la casa principalmente y son los papás quienes educan a sus hijos. Y no solo los papás tienen esa responsabilidad, sino también lo que se aprende en el colegio por parte de los profesores, quienes también deben inculcar valores a sus estudiantes para que los apliquen a su vida cotidiana y cuando crezcan. Así pues, puedo concluir que estos malos actos se aprenden en el colegio y en la casa y de los familiares y el colegio.

¡Toca mejorar!

Y porque Bogotá es vida, sería bueno cambiar esos malos actos. En primer lugar, los ciudadanos deberían a aprender y aplicar los valores de la tolerancia y el respeto en sus vidas cotidianas. Desde el simple hecho de sederle el puesto a una persona mayor de edad hasta respetar los semáforos y evitar que ocurran accidentes. Si ponemos esto en práctica, cada uno se convertirá en una mejor persona y habrá una mejor comunidad bogotana. Además, aportaría a que en la cuidad se vean mas las cosas buenas que las malas y que se refleje todo lo que tenemos para decir que estamos orgullosos de ser bogotanos.

Pero, ¿por qué me molesta?

Estas actitudes de los bogotanos me molestan principalmente porque muestran una imagen negativa de la cuidad, cuando en realidad no debería ser asi. Además, estos malos actos llevan a que ocurran muchas muertes y desunión por parte de los cuidadanos, pues, tanto la intolerancia como el egoísmo, son defectos que siempre originan disputas unos entre otros.