La cultura ciudadana

El concepto Cultura Ciudadana, puesta en marcha y  en el contexto nacional por el Alcalde de Santa fe de Bogotá, Dr. Antanas Mockus en su primer período de gobierno (1994-1997)  ha sido entendida desde entonces como el conjunto de los comportamientos, valores, actitudes y percepciones que comparten los miembros de una sociedad urbana; y que determinan las formas y la calidad de la convivencia, influyen sobre el respeto del patrimonio común y facilitan o dificultan el reconocimiento de los derechos y deberes ciudadanos.

¡Cumplamos con las normas!

El cumplir las normas trae muchísimos beneficios, mientras que no cumplirlas siempre trae desventajas. Si aplicamos en nuestra vida cotidiana estas las reglas que se nos proponen podremos formar una comunidad tolerante, respetuosa y lo mas importante, CULTA. Además, permitira un mejor desarrollo a la ciudad, ya que quienes la conformamos haríamos un cambio radical que se vería tambien en el medio ambiente. Sin embargo, si nos las cumplimos podemos llegar a causar mucho daño, ya que gracias a esto Bogotá sufre de tanta inseguridad y asesinatos, pues vale más lo superficial como celulares o billeteras que las mismas vidas de las personas. Asi pues, el cumplir con las reglas conducirá a que todo mejore, tanto la ciudad como la sociedad.

Algunas las cumplo y otras no.

Del mismo modo, se puede decir que algunas de estas normas no las cumplo en su totalidad y algunas otras sí. Por ejemplo el hecho de hacer mis deberes me es un poco difícil de cumplir, ya que me considero una persona muy desordenada y perezosa. Otra norma es que no tomo en cuenta es que no se pueda comer en clase, ya que cuando tengo hambre lo hago y si se hace discretamente no es una forma de irrespetar al profesor. Por otra parte, normas importantes como no botar basura al piso, respetar los turnos, entre otras, sí las cumplo, ya que me parecen trascendentales para tener una mejor calidad de vida y convivencia. 

Las normas son muy importantes

Mi vida se rige por varias normas, las cuales me ayudan a ser mejor persona y aportar a la ciudad. En la casa tengo como regla principal hacer mis deberes tales como tender la cama, lavar la losa o ayudar a poner la mesa, así como también respetar a mis papás. En el colegio también tengo varias reglas, algunas de ellas son: no pintarse las uñas, llevar el uniforme como debe ser, no comer en clase y respetar a los profesores. Por otro lado, en sitios como centros comerciales se me exige no botar basura al piso, sino en las canecas, cuidar las cosas de los almacenes, no robar y  ser respetuoso con los empleados. En Bogotá y en el país tambien existen muchas reglas basadas en valores como el respeto y la honestidad. Por ejemplo no pasarse los semaforos en rojo, no manejar en estado de embriaguez, no excederse en los limites de velocidad y no robar. Por último, nunca he viajado fuera del país, pero me imagino que los países extranjeros asimismo se rigen por normas similares donde primen el respeto, la seguridad, la honestidad y la tolerancia. 

Me comprometo

Bogotá mas allá de una ciudad es el lugar donde yo vivo y por lo tanto tengo varios compromisos con ésta. El primero y mas importante es cuidarla en todos los aspectos, especialmente en el ambiental, pues veo últimamente mucha contaminación en las calles y basura tirada por todas partes. Así pues tengo que empezar por reciclar en mi casa. Por otra parte, tengo que ser más tolerante en situaciones simples como los trancones y las filas, que más que todo pueden ser soportados con la ayuda de la paciencia. Por último, querer mi ciudad y hablar bien de ella, ya que tengo muchos motivos de por qué hacerlo. 

Por una mejor Bogotá

Así es, tenemos, y me incluyo, que aprender estos valores tanto en la casa como en nuestras vidas cotidianas. El respeto y la tolerancia son elementos escenciales para tener una buena convivencia y vivir en una mejor comunidad. Si los aplicamos, Bogotá será vista como una ciudad reconocida por la amabilidad y respeto entre unos y otros, para así también poder atribuir a su desarrollo. Además, podremos evitar las desgracias que aquí priman, como son los robos y las muertes, y Bogotá, nuestra querida ciudad, se convertirá en una de las más pacíficas y mejoraremos en todos los aspectos.